La voz del femicida

/ por Arturo Remedi

Algunos medios le dieron cabida a la voz de Agustín Chiminelli, el acusado de matar brutalmente a MaríaAlejandra Abbondanza, hecho del cual se cumplió su primer aniversario días pasados.

Mediante una carta que según los medios es de Chiminelli, se le otorga la posibilidad de usar todos los subterfugios posibles para abonar la idea que “fue un accidente”

En la carta el acusado pide perdón a la familia, aunque se dirige en primera persona a una de sus hermanas.

Pero en todo momento asegura, de diversas formas que la situación se le “fue de las manos” y describe la escena delcrimen como “un descontrol” donde él fue agredido por Alejandra. También asegura que sus padres en ningún momento se enteraron del bárbaro crimen.

La carta de Chiminelli que los medios reproducen en forma acrítica, plantea por lo menos dos cuestiones para el análisis.

La validez ética de su publicación por un lado y por el otro la veracidad del “discurso “del acusado.

Sobre la cuestión ética el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) en su trabajo Guía de Buenas Practicas.Cobertura Mediática de Femicidios plantea que se debe “respetar la intimidad y la privacidad tanto de la víctima como de las personas vinculadas a la misma. Resguardar a la víctima difundiendo la existencia de las líneas 144 y 145, o las que correspondan según la jurisdicción, para asistencia integral a víctimas de violencia, y de abuso y trata de personas, respectivamente. Difundir los datos de organismos y políticas públicas, organizaciones sociales y personas que bregan por la protección de las mujeres víctimas de violencia.”

Aunque lo que estamos analizando no es en estos momentos específicamente un femicidio, sino sus secuelas sobre el cuerpo social en general y sobre su familia cercana o directa en particular , consideramos que los cuidados aquí sugeridos son de aplicación en la publicación de la carta 

Análisis del “discurso”. El meta mensaje de Chiminelli

El “discurso “(la carta en cuestión), tiene todo el sentido puesto en intentar desligar a Chiminelli de la responsabilidad del crimen. 

Aunque, es imposible de negar: murió en forma violenta en su casa, solo con el presente y su padre en un segundo plano,en todo caso. 

La única que podría contrastar esta versión es Alejandra.

El acusado apela a su condición humana para suavizar el grave delito cometido al que caracteriza como un error.” Me hago cargo del error que tuve, soy humano” afirma.

Más adelante escribe que “fue sin intención, fue un accidente (…) “. Expone así claramente el verdadero objetivo de la misiva, buscar su inocencia.

El ex campeón de box Carlos Monzón también invento quese cayó del balcón junto a su pareja, cuando en realidad, y luego se demostraría, la arrojo para matarla.

La fábula no termina aquí. 

Chiminelli dice que estaba mareado por las pastillas que había tomado y que luego de golpear con el puño un sillón “ella (por la victima) reacciona con golpes hacia mí y rasguños, tenía mucha fuerza (!) y yo estaba tambaleando, no estaba con lucidez, pero después de que por toda mi casa hubiera un fuerte forcejeo de ambos, en unos segundos, no sé cómo y en varias ocasiones, yo caí junto con ella en 2 o 3 oportunidades. Sin querer resbalé y provoqué lesiones en ella.”

A esta altura este cronista no sabe si seguir sometiendo a sus potenciales lectores a semejante patraña.

No tenemos certeza alguna, pero es posible adivinar la pluma de alguien con algún conocimiento de criminología y defensa en juicio en el relato de Chiminelli.

Es más, como el acusado describe una relación de pareja que deriva en una situación de violencia, estamos cerca ya de poder sugerir la figura de “crimen pasional “, de acuerdo claro, a la fábula de Chiminelli.

Pero no va a ser así, la figura del femicidio aparto definitivamente al “crimen pasional “y tanto el responsable directo de la muerte de Alejandra como sus potenciales cómplices seguramente recibirán la condena que las leyes determinan.